DISCIPLINA PARA EL ÚLTIMO TRAMO
15 de septiembre de 2010

Hace un mes, cuando ya se sabía que algunos de los ministros dejarían sus cargos, nadie hubiera pensado que al presidente le resultaría complicado reorganizar su equipo de gobierno, pero las circunstancias que originaron la renuncia del presidente del Consejo de Ministros han llevado a que le resulte difícil la formación de un nuevo gabinete.La promulgación del DL 1097 causó una conmoción al Gobierno, fundamentalmente porque puso al descubierto que posee una endeble retaguardia jurídica y carece, inexplicablemente, de una rotunda defensa de los derechos humanos. El jefe de Estado ha establecido su apuesta por un jefe de gabinete con un perfil bajo, muy distante de los medios de comunicación, pero persistente y disciplinado en el cumplimiento de las metas que se trazó. Tanta es su confianza en José Antonio Chang, que es el primer ministro desde la época de Fujimori en dirigir dos carteras. En otros sectores también ha apostado por disciplinados compañeros, como Jaime Thorne, en reemplazo de Rafael Rey; Fernando Barrios, en el complicado Ministerio del Interior; y Virginia Borra, en la Mujer.Merece un comentario la salida de Mercedes Aráoz del Ministerio de Economía, quien era la estrella del presidente García, pero que al final debió dejar su cargo por discrepancias en el Ejecutivo.El nuevo premier actuará en un tramo muy difícil, pues deberá desenvolverse sin inmiscuir al Gobierno en los procesos electorales, y sin caer en la tentación de gastar dinero del Estado para intentar elevar la popularidad del jefe de Estado al final de su mandato. Al nuevo ministro de Economía, Ismael Benavides, le compete aconsejar al nuevo jefe del gabinete y al presidente de la República que resulta inteligente mantener un gasto fiscal adecuado y cumplir los compromisos asumidos, como el cronograma de concesiones. Pero a la oposición, que debe denunciar lo incorrecto, también le corresponde desempeñar el papel democrático de proponer y no solo destruir. Este gabinete, lamentablemente emergido del escándalo que generó el DL 1097, tendrá que demostrar mucha claridad en sus acciones, inmensa transparencia en su actuar, porque como bien lo ha dicho el presidente de la República: "la mujer del césar no solo debe ser honrada, sino que debe parecerlo", máxime si tenemos en cuenta que el Gobierno tendrá que bregar mucho para borrar la mancha que le ha causado el DL 1097.

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