El Perú es un productor de minerales por excelencia, pero paradójicamente no ha sido parte del boom del precio de los metales. Las utilidades extraordinarias en los últimos cinco años han llegado hasta los S/.10 mil millones pero el Estado peruano no ha recibido más del 5% de tales ganancias. Así lo estimó Gustavo Ávila, representante del Grupo Propuesta Ciudadana, quién afirma que de haber aplicado un impuesto del 50% a las sobreganancias mineras, el fisco habría percibido S/.5 mil millones más por año y no solo los S/.500 millones de óbolo minero."La teoría económica nos indica que lo más apropiado en una negociación es que las ganancias extraordinarias se repartan en 50% para las empresas y 50% para el Estado, porque no han sido producto de un esfuerzo de las mineras, sino de factores exógenos", explicó.