La contaminación por plomo en el Callao no es un problema nuevo, mas no por eso deja de ser preocupante. Sobre todo, si consideramos que este silencioso enemigo sigue carcomiendo la salud de miles de niños que habitan en los asentamientos aledaños a los depósitos de ese mineral.Por ejemplo, en un recorrido por la zona chalaca de Puerto Nuevo, constatamos que muchos pequeños siguen presentando síntomas como diarreas, erupciones en la piel y caída del cabello. A esto se suman el bajo rendimiento escolar, la falta de apetito, entre otros.Aunque se han tomado medidas preventivas, como la construcción de encapsulados en los depósitos, campañas médicas y, recientemente, un programa de mejora nutricional para 1.300 niños de los asentamientos San Juan Bosco, Chacaritas, Ciudadela Chalaca y Puerto Nuevo, la polución no se ha erradicado totalmente. Según Marco Adrianzén, titular de la Dirección General de Salud del Callao, los índices de intoxicación por plomo entre la población chalaca han disminuido, pero aún persiste el tema del inadecuado transporte del mineral. Actualmente, los contenidos de este mineral son llevados desde los depósitos hasta el puerto del Callao en camiones, que expanden a su paso las mortales partículas en el medio ambiente.Una alternativa que desde hace varios años se viene planteando para cambiar este precario método de traslado es la construcción de una faja transportadora hermética de minerales, es decir, una especie de ducto que trasladaría el plomo directamente desde los depósitos hacia el muelle, para su posterior acopio y embarque.Aunque en junio del año pasado la Empresa Nacional de Puertos (Enapu) convocó a una licitación para la construcción de la faja, el proceso se fue postergando y definitivamente se canceló el pasado 30 de mayo. La razón fue que a la vez se planteó la privatización del muelle 5 del puerto, precisamente el lugar donde se embarca el mineral.