Creemos que los peruanos conocemos bastante bien el proceso para elegir autoridades, sean estas alcaldes, presidentes regionales, congresistas o presidente de la República. Sin embargo, no es regular que en nuestro país se efectúe un referéndum para aprobar o rechazar un proyecto de ley, como es el propuesto, para devolver el dinero del Fonavi a los trabajadores que contribuyeron a este fondo.Esta falta de práctica debe llevar a que los funcionarios estatales expliquen a la población el real sentido que tiene esta consulta y las consecuencias que se desprenderán si la población opta por el sí.Si el proyecto de ley es rechazado, no habrá más que discutir, pues sus propulsores ya no tendrán espacios a los que acudir, pero si es admitido, como pensamos que ocurrirá, prevemos que el escenario siguiente será de una tremenda confusión, pues nadie puede asegurar a quién, cuánto y cuándo se devolvería el dinero recaudado entre 1979 y 1998.Este asunto es de suma importancia y debe ser asumido con máxima preocupación por el Poder Ejecutivo, que no solo debe advertir que para afrontar este posible gasto se tendría que elevar las tasas de los impuestos vigentes o crear nuevos tributos, sino que debe iniciar una intensa campaña para que la población asuma con mayor vigor su responsabilidad fiscal, y entienda que no hay forma ni dinero para devolver lo que, además, ya no existe.Y para esclarecer el tema, es importante que utilice el propio proyecto de ley para demostrar que lo que se viene es el oscurantismo, pues los fonavistas están proponiendo que una comisión ad hoc "con autonomía técnica, económica, funcional y administrativa organice, programe, ejecute, evalúe y controle el proceso de devolución".Este grupo, compuesto mayoritariamente por los dirigentes del ahora partido fonavista, tendrá que "recuperar y gestionar todos los recursos patrimoniales del ex Fonavi". Entonces, habría que preguntar cuánto tiempo le tomará este trabajo: ¿uno, dos, cinco o veinte años? Nadie puede decirlo con seguridad, porque no existen registros actualizados de los aportes que se hicieron durante 19 años. Claro está que los integrantes de la comisión cobrarán honorarios durante todo ese tiempo, y los trabajadores tendrán que esperar vanamente por una falsa ilusión.