SNIP, Snip
21 de julio de 2005

¿Sabe qué es el Sistema Nacional de Inversión Pública, conocido por sus siglas SNIP? ¿Sabía que es una garantía para nosotros los ciudadanos? ¿Sabe por qué distintos grupos están interesados en que no se aplique este sistema? Fomentar que el Estado destine nuestros impuestos a obras de inversión es positivo, pues contribuye a crear infraestructura y capacidades productivas de la población. Tal es el caso de la construcción de caminos para interconectar pueblos con el mercado, proyectos de electrificación y agua potable, o la construcción de postas médicas, escuelas, centros deportivos y mercados locales. A diferencia del gasto en planilla, los proyectos de inversión pública implican actividades puntuales que crean algo concreto y visible. Pero no se trata de tener cualquier obra de cemento ni de que las autoridades construyan 'su' pista, 'su' posta o 'su' plaza. El objetivo es contar con obras útiles, costo-eficientes, bien planeadas y que respondan a las necesidades de la gente. Para hacer esta evaluación y poder tomar una buena decisión existe el SNIP.El SNIP es un sistema que opera en el ámbito nacional y que garantiza ciertos controles sobre las decisiones de inversión que adoptan los funcionarios públicos. Eso es necesario por dos razones: supone una evaluación independiente de quien propone el proyecto y tiene un enfoque técnico integral que busca garantizar el mayor impacto de la inversión. Así, mientras que una autoridad puede estar interesada en pavimentar muchos pequeños tramos porque así beneficia a muchas personas fácilmente identificables, no es lo mismo 200 pequeños tramos aislados de 1 kilómetro cada uno que 200 km. continuos de una carretera troncal pavimentada que beneficia a todos los viajeros. El SNIP aporta ese análisis, buscando además evitar duplicidades, reducir riesgos y garantizar la sostenibilidad de la inversión.El año pasado, a través del SNIP se calificaron como viables 2.492 proyectos de inversión en el ámbito nacional. De ellos, 40% corresponde a proyectos de gobiernos regionales, 41% a proyectos municipales, 14% a proyectos de otros organismos del Estado y 5% a proyectos del Poder Ejecutivo. Solo 1% de los proyectos tuvo que llegar hasta la última instancia, el Ministerio de Economía, para ser autorizado.Recientemente, se ha venido incrementando la magnitud de operaciones de inversión que no pasan por el SNIP, siendo el caso más notorio la carretera Interoceánica. En un año preelectoral no sorprende que distintos grupos (autoridades y proveedores) estén interesados en restringir la función del SNIP y exonerar proyectos importantes de su aplicación. El sistema funciona y aunque perfectible, a los ciudadanos nos conviene reforzarlo. Así como las familias cuidan sus inversiones, debemos preocuparnos porque se aplique el SNIP y que la supuesta celeridad que se pretende lograr con las exoneraciones no sea a costa nuestra, señala Beatriz Boza.