El paro de los transportistas urbanos, que exigen la reducción de los precios del SOAT y del combustible, se asemejó a un globo de aire. La medida de fuerza afectó seriamente durante la mañana de ayer a un vasto sector de la población, principalmente de los conos, pero después del mediodía la paralización empezó a desinflarse.Los distritos del cono norte de Lima fueron los más afectados con la paralización. Y es que cientos de personas pugnaron desde muy temprano por coger cualquier vehículo que los trasladara a su centro de trabajo o de estudios. A lo largo de las avenidas Universitaria, Túpac Amaru o la Panamericana Norte, por ejemplo, era notable observar la desesperación de la gente en las esquinas y paraderos, mientras que taxistas y propietarios de camionetas y hasta camiones, ofrecían sus servicios de transporte con tarifas exorbitantes .