El distrito de Echarate, en el Valle de La Convención en el Cusco, es el distrito más rico del país, pues casi dobla el ingreso per cápita de San Isidro pasando los 4,000 soles. Es también uno de los distritos más extensos en el Perú con una superficie de más de 19,000 kilómetros donde, entre otros, viven las comunidades ashánincas y machiguengas.Tiene un presupuesto para el año 2010 de más de 200 millones de soles, 170 de los cuales son fruto del canon gasífero de Camisea. A pesar de estos recursos, en Echarate hoy se marcha contra el gas.Esta aparente contradicción sólo se entiende a la luz de algunos indicadores de Echarate: una mortalidad infantil de casi 19%, la desnutrición crónica superando el 43%, y una población con 93% de familias con al menos una necesidad básica insatisfecha. El alcalde de Echarate gana 3,900 soles y debe manejar eficientemente un presupuesto de más de 200 millones por año que sólo aumentará año a año por el mayor consumo del gas. Así las cosas, no es descabellado que a la fecha se haya avanzado únicamente en el 35% del presupuesto del 2010.En Echarate la calidad de vida de sus vecinos no ha mejorado y sólo se compara a San Isidro por su increíble Palacio Municipal y sus piscinas con múltiples toboganes, inexplicables en un lugar donde el 95% de la población no tiene agua en sus casas.Echarate recibe canon, establecido por nuestra Constitución desde el año 1979, para devolver parte de los ingresos que recibe el Fisco por la explotación de los recursos naturales a la zona donde se encuentra el recurso. Este canon deberá traducirse en obras para bienestar vecinal.Ello no se cumple en lugares como Echarate, donde las autoridades no mejoran la calidad de vida de sus vecinos por su ineficiente capacidad de gestión, que hace que los pobladores no vean cubiertas sus expectativas y la frustración los lleva a marchar no contra el gas, sino contra cualquier bandera política que se les venda sobre todo en elecciones. Da lo mismo marchar contra el TLC, contra Chile o contra cualquier cosa.La distribución del canon, pero sobre todo la ejecución de proyectos que mejoren la vida de los vecinos de Echarate, debe ser también una responsabilidad del gobierno central, pues todo Estado tiene como fin brindar bienestar a sus ciudadanos, sobre todo si lo que sobra es dinero, señaló Cecilia Blume.