¡BASTA YA!
19 de julio de 2005

La concentración de esta tarde frente al Palacio de Justicia es una oportunidad para manifestarse en favor de la justicia y de los derechos humanos, y para lanzar un mensaje inequívoco de que este problema -contra lo que se cree con frecuencia- sí les interesa a muchos.La mayoría de políticos peruanos actúa como si esto no fuera así y, por tanto, el poder se ejerce sin respetar valores básicos de honestidad y decencia que son indispensables en una sociedad que aspira a vivir con dignidad. Esa es la penosa lección que va a dejar el lustro gubernamental que culminará en julio de 2006. Logros económicos y corrupción es el balance que la opinión pública le otorga al régimen actual. Un saldo parecido -aunque en menor grado en ambos rubros- al de los noventa.En el Perú padecemos una corrupción estructural que es independiente de quienes están en el poder. Es, más bien, la manera como opera el sistema.Esto beneficia a pocos y perjudica a muchos. Contra lo que se cree con frecuencia, la corrupción sí afecta la calidad de vida, especialmente de los más necesitados. Extrae recursos que deberían aplicarse al combate a la pobreza, roba oportunidades a la gente, pues permite que el tarjetazo reemplace la capacidad individual. Una sociedad en donde es posible que se incurra con tanta frecuencia en actos de corrupción sin que estos se sancionen, es decir, donde impera la impunidad, conforma una colectividad enferma, en donde sus integrantes acaban desmoralizados por la constatación cotidiana de que 'todo vale' porque un 'buen' abogado, además de congresistas 'amigos' y 'distraídos', jueces 'gelatinosos' y ministros 'comprensivos', lo arreglan todo.La corrupción va a existir siempre. Está presente en cualquier sistema político. Lo que, en cambio, no se puede tolerar es la impunidad, porque esta es el principal factor que la promueve.Es evidente que a los políticos corruptos no los cambiará una movilización como la de hoy. Pero sí les dirá que hay mucha gente que ya no está dispuesta a tolerarlos. Para eso debe servir la concentración de hoy, señala el director de Perú 21, Augusto Alvarez Rodrich.