La interrupción del transporte de gas natural desde Camisea hasta Lima no solo afectaría la planta de licuefacción de Pampa Melchorita, que prepara el gas para la exportación. También afectaría a millones de peruanos. Según el Ministerio de Energía y Minas, el 19% de la energía que consume el país proviene del gas natural. El resto se obtiene del petróleo, de las hidroeléctricas, del carbón y hasta de fuentes renovables, como la leña.No solo eso: el ducto que viene de Camisea también trae gas licuado de petróleo (GLP). Si se toma en cuenta que Camisea produce el 60% del GLP que consume el Perú y el 100% del gas natural, la interrupción del suministro afectaría a los millones de peruanos que usan balones de gas en su domicilio y a los propietarios del millón de vehículos que usan GLP y gas natural. Además, a los más de 16.000 usuarios domésticos de gas natural de Lima.