A inicios de julio, el oleaje inusual frente a las costas limeñas dificultó el desembarque del gas licuado de petróleo (GLP). Esto generó escasez en algunos puntos de venta y como una muestra del funcionamiento de la ley de la oferta y la demanda, además de algo de especulación, el precio de este combustible comenzó a subir, hasta que la situación del mar se normalizó.Recién ahora, que acaba de concluir julio, se pueden ver cuáles fueron los resultados de estos incrementos de precios.Según el jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Renán Quispe, el precio promedio del gas propano tuvo un alza de 2,1% en julio, mientras que el del GLP vehicular aumentó 5,6%.