En línea con otros organismos, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) acaba de incrementar sus previsiones de crecimiento para la economía latinoamericana, a 5.2% este año. También destaca una rápida recuperación en la región, aunque en distintos grados, dada la situación que tenía cada país en momentos previos a la crisis.Un bloque de países avanzará con mayor fuerza, liderados por Brasil, que crecerá 7.6% este año. Sin embargo, en esta nación los temores de un recalentamiento preocupan. Incluso el banco central brasileño subió su tasa de interés recientemente ante una inflación que viene superando el nivel previsto para fines de año. Argentina le sigue a Brasil en tasa de crecimiento esperada, pero su situación es especial, dado el nivel de intervención del gobierno en la economía. A continuación está el Perú con una tasa de crecimiento prevista en 6.7%, la cual podría ser aún mayor.En el otro extremo se encuentra Venezuela, país que pese al alto nivel del precio del crudo (su principal producto de exportación), el actual sería su segundo año de contracción, con una caída de su PBI de 3%, tras el descenso de 3.3% registrado en el 2009. Pese a las medidas ‘revolucionarias’, este país aún no ha logrado recuperarse. En un contexto de políticas cuestionadas que desalientan la inversión privada y escasez de energía, el panorama para Venezuela no es alentador.Pero lo que enciende la luz de alerta es la desaceleración de la economía de la región en el 2011 cuando, según pronostica la Cepal, el crecimiento económico latinoamericano aminorará a 3.9%. Un debilitamiento de la recuperación en EE.UU., las turbulencias de los mercados financieros y la crisis de deuda en Europa aparecen como los nubarrones para el panorama latinoamericano. La posible desaceleración en China también ha de jugar un papel importante en el avance que pueda registrar la región.Dadas estas perspectivas, las economías de la región deberán tomar medidas que puedan mitigar la desaceleración económica prevista y aliviar los efectos que ella traerá en el 2011. Aunque es claro que, en algunos casos, el tema de la inflación ha de complicar la tarea de velar por mantener un significativo crecimiento necesario para aliviar las tensiones sociales.