A ritmo de cumbia y de una nutrida "portátil" que lo aplaudía, el presidente Alan García encabezó ayer la ceremonia simbólica de inicio de obras de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Taboada. Estas obras empezarán casi un año después de la firma del contrato de concesión entre el Estado y la española ACS.En su intervención, el mandatario destacó que la planta "de alta tecnología" limpiará el contaminado mar de Lima "para el pueblo". Sobre el proyecto, que sufrió una serie de polémicos retrasos -que incluyeron el conato de renuncia del entonces ministro de Economía Luis Carranza y la denuncia de un presunto intento de soborno- el ministro de Vivienda, Juan Sarmiento, precisó que Taboada terminará con el impune vertido al mar de los desagües que desde 27 distritos transportan los colectores Interceptor Norte, Comas-Chillón y la línea de impulsión Sarita Colonia.