El Ministerio de Transportes y Comunicaciones le puso el parche a la importación de vehículos usados: ha prohibido el ingreso de unidades con más de dos años de antigüedad y cuyas emisiones superen los límites máximos exigidos por la norma peruana.Con esta medida, sin duda, se atenúa una de las causas principales de la contaminación en la ciudad, pues los vehículos que ingresaron al país durante los últimos quince años no solo eran en su mayoría petroleros, sino también bastante viejos. Y es que hemos sido (y aún somos) un país de chatarras rodantes por obra y gracia del fujimorismo que abrió todas las puertas a la importación de estas fuentes móviles de contaminación. No obstante, hacen falta otras medidas integrales para garantizar ahora y en un futuro una buena calidad de aire. A corto plazo, era necesario reducir cuanto antes los niveles de azufre en los combustibles y a largo plazo promover intensivamente el uso del gas natural en el parque automotor. Este objetivo, han dicho los representantes del Consejo Nacional del Ambiente (Conam), debería ser una de las columnas vertebrales del proceso de descontaminación del aire en la capital. Más aún cuando, según el grado de toxicidad del Conam, el gas natural es ocho veces menos contaminante que el diésel de mejor calidad (el que tiene 50 partes por millón de azufre) y doce veces más limpio que el diésel que actualmente se usa en el país (5.000 ppm).(Edición domingo).