La última guerra de firmas entre los trabajadores de DRP y la Mesa de Diálogo ambiental de la región Junín ahora se juega en el campo de las autoridades regionales y nacionales, donde cada organización presentó sus respectivos planillones.Los mineros consiguieron 15,456 firmas para pedir que no se cierre la fundición de La Oroya y las enviaron a la Presidencia del Consejo de Ministros, al Presidenta Alan García y hasta la Casa Blanca. Los grupos ambientalistas de la región también mandaron sus 5,233 firmas a las autoridades nacionales.