GLP, ESCASEZ QUE PUDO EVITARSE
13 de julio de 2010

Escasez y subida de precios. Castigos anunciados para los supuestos especuladores, aunque las autoridades "competentes" no han sabido explicar el porqué no hubo medidas de previsión. El caso del desabastecimiento de GLP la semana pasada -que trajo a la memoria recuerdos nada gratos del primer gobierno aprista- todavía sigue causando asombro por la respuesta poco efectiva que su solución ha recibido. Incluso hasta el viernes, el producto seguía vendiéndose de forma restringida. De las tantas lecciones que podemos sacar de este asunto, en el que las fuerzas de la oferta y la demanda parecieron colisionar, dos son particularmente notorias. En primer lugar, que el gobierno haya prestado atención a la construcción de un poliducto para el transporte de GLP desde Pisco hasta Lima. Este proyecto fue desechado por el consorcio privado que había recibido la concesión en el 2008 y que, al parecer, había sido archivado, aunque el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, declaró que encargó la nueva concesión a ProInversión "hace dos meses".La segunda lección que tiene es más preocupante: ¿Qué pasaría si, también por imprevistos climáticos, se interrumpe el suministro del gas que viene de Camisea? En solo una semana, la escasez de GLP puso a Lima en jaque (la capital consume el 65% del consumo nacional). No hace falta tener dotes de prestidigitador ni de pulpo para temer consecuencias más serias si las fuerzas de la naturaleza impiden el abastecimiento del hidrocarburo.El problema es que todo indica que ni el Ministerio de Energía y Minas (MEM) ni el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) parecen tener capacidad suficiente para convertir los "imprevistos" en "previstos". Y si acaso cuentan con planes de contingencia (los que son desconocidos para la opinión pública), pues no los han sabido aplicar. En todo el tiempo que ha durado la escasez de GLP, solo hemos oído acerca de ideas a futuro, como por ejemplo la construcción de un ducto desde la planta de Melchorita, recientemente inaugurada. Pero nada concreto o creíble.Sumando al caso del GLP los derrames de crudo y relaves mineros, las mencionadas instituciones ya van perdiendo 3-0, poniendo en evidencia una ineficacia en la previsión que obligará a revisar la política energética y minera del país.

  • [Gestión,Pág. 30]
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