Fue una estructura metálica y no una piedra la que provocó el derrame de 400 galones de petróleo en el río Marañón, el pasado 19 de junio, al rozar con la barcaza en que iba el combustible. Esto podría ocasionar un nuevo accidente similar en la zona.Así lo afirmó el ingeniero naval Jorge Gutiérrez, quien fue convocado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para evaluar los daños en esa zona. "La Saman II impactó contra restos metálicos que yacen en el terminal de Saramuro y no contra una piedra, como informó Pluspetrol", dijo."La nave rozó con restos de metal que están a medio metro de profundidad. Estos son un peligro, pues en estos meses del año, el caudal del río baja", expresó a Correo.Para Gutiérrez, la responsabilidad del derrame no fue de la barcaza "sino de Pluspetrol, pues debió señalizar el lugar donde se halla el metal, que al parecer pertenece a los restos de un muelle que existió anteriormente y se cayó".(Edición domingo).