El problema que tenía Lima por las restricciones en el abastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) se trasladó al norte del país. Así, fuertes olas no permiten que los buques ingresen a desembarcar combustibles (gasolina y diésel) a los puertos de Eten (que abastece la ciudad de Chiclayo) y Salaverry, que hace lo mismo con la ciudad de Trujillo. Este problema ha generado preocupación en los dueños de grifos, que empezaron a tener problemas para abastecerse en los terminales de Graña y Montero Petrolera (GMP) en Eten y Salaverry.Los primeros afectados han sido los automovilistas, pues diversos grifos han decidido incrementar los precios de los combustibles. En Chiclayo y en las otras dos provincias de Lambayeque se registró un aumento de 3% en el precio de la gasolina de 84 octanos y del petróleo. (Edición sábado).