Tras una espera de angustia, por fin ayer el buque Bruggue Venture, proveniente de Pisco con las 17,000 toneladas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), inició la descarga del carburante en el muelle 7, del terminal de Petroperú en el Callao, donde más de 80 camiones cisterna todavía esperaban ser abastecidos. En medio de esa extensa cola se encontraba Aldo Martínez, un transportista de 48 años quien desde el miércoles pasado permaneció en las afueras de la planta del Callao a la espera del ansiado GLP. En sus casi 30 años en el negocio de los combustibles afirma nunca haber visto una situación parecida.¿Problema climatológico?"Es extraño, porque la semana pasada fui a la planta de Pluspetrol en Pisco y tampoco había gas y si solo fuera el mal tiempo como dice el gobierno, no tendría por qué no haber gas allí. Lo que muchos creemos es que se están llevando el GLP a otro lado", criticó.