Pese a que desde el mediodía del martes empezó el arribo de barcos cargados con gas licuado de petróleo (GLP) al Callao, el abastecimiento de ese combustible a los grifos de la capital fue lento durante el día de ayer. Muchos incluso afirmaron que les estaban racionando el GLP hasta que se normalice la situación.En estaciones de Pueblo Libre señalaron, por ejemplo, que los camiones surtidores no habían cumplido con llenar sus depósitos y les habían dejado sólo la mitad, por lo que esa dotación únicamente les duraría medio día. Durante un recorrido por grifos de San Miguel, se comprobó que las cisternas habían llenado los depósitos existentes, por lo que no tendrían inconveniente en su venta a los cientos de conductores.