Los juegos de cifras dominan el panorama gasífero. Quienes arguyen que el Perú el día de hoy esta "rematando" su gas al exterior a la ridícula cifra de US$ 0.53 el millón de BTU en boca de pozo, cuando en el mercado interno se vende a tres veces más (US$ 1.434) para los generadores eléctricos y seis veces más (US$ 3) a los industriales tienen parcialmente la razón.¿Pero el gobierno a su libre antojo puede subir el precio de exportación? Nada que ver. Lo que no explican los predestinados del gas es que, ése precio en boca de pozo está directamente vinculado al precio internacional, cuya referencia es el famoso indicador Henry Hub, que en la actualidad está en la "miserable" suma de US$ 4. Descontando todos los pagos por transporte, licuefacción, tubo y toda la logística, sale ese valor "ridículo" de US$ 0.53.¿Pero qué pasa si el precio del gas en el mercado internacional sube a US$ 10 como en sus mejores tiempos? Allí los predestinados del gas se quedarían sin bandera de lucha, porque el precio en boca de pozo para la exportación sería de US$ 4.574. Es decir más caro que lo que se vende en el mercado interno. ¿Esto es factible? Claro, si nos sacamos de la cabeza los falsos criterios geopolíticos y le vendemos a Chile -que fácilmente pagaría más de US$ 10 por nuestro gas- pues buenas noches los pastores. Pero claro, ¡horror, cómo es posible que Chile se convierta en dependiente de nuestro gas! ¿Chile dependiente de nosotros? Eso ni pensarlo. Así estamos en pleno siglo XXI, señala José Luis Patiño.