El empleo formal se incrementó durante el actual gobierno, pero todavía más de tres cuartas partes de la población ocupada labora de manera informal, ganando sueldos que pueden estar debajo de la Remuneración Mínima Vital (S/. 550 al mes). Este porcentaje es incluso mayor (90%) en el ámbito rural. Además, en nuestro país 1.5 millones de trabajadores, que laboran en microempresas más de 8 horas al día, perciben solo entre S/.220 y S/.280 por mes.Es decir, el empleo informal sigue siendo escandalosamente alto; la gente trabaja más y no se respeta la famosa jornada de trabajo (que este gobierno reiteró con una ley), pero gana menos que lo mínimo para sostenerse biológicamente. De otro lado, los trabajadores formales perciben, en promedio, casi dos veces más (180% más) que los trabajadores informales, según un informe del BCR, y se sabe que las diferencias son mayores entre los ingresos de los sectores más ricos y los de los más pobres, e incluso se habrían incrementado. Y todo ello en un contexto en el que el país ha tenido un excelente periodo desde el 2004 (salvo en el 2009), con récords de crecimiento del PBI y del PBI per cápita. Uno no quiere ni pensar cómo sería si hubiéramos sufrido la crisis como antaño. El camino hacia lograr trabajo decente para nuestra población, es todavía muy largo, y al actual gobierno ya no le queda tiempo para realizar las reformas que se requieren porque estas no son de corto plazo.El gobierno entrante deberá, desde el inicio, abocarse a realizar estas reformas pendientes, que tienen que ver no solo con flexibilizar más el mercado laboral (que es a lo que más se recurre), sino con encontrar mecanismos para incentivar la capacitación laboral de los trabajadores por parte de sus empleadores.Asimismo, con ajustes necesarios en el sistema educativo básico y superior, de manera que se ligue la oferta de profesionales y técnicos a la demanda laboral actual. La innovación y la transferencia de tecnología también será menester impulsar con mayor agresividad. Los tres aspectos apuntan en la misma dirección: aumentar sustancialmente la productividad del trabajo y a partir de ello de los ingresos promedio. También se deberá eliminar la segmentación existente en el mercado laboral, para lo cual se necesita fortalecer la información y minimizar los costos de movilidad laboral, entre otros aspectos.