Una gran mayoría de taxistas y transportistas en general en Lima utilizan el gas licuado de petróleo (GLP) para movilizar sus unidades, pero ya no tiene sentido que se sigan convirtiendo al uso de ese carburante, consideró el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez.Aseguró que (si bien el precio del GLP está cada vez más cerca del gas natural vehicular), el ahorro con el uso del gas de Camisea es aún mayor que con el gas licuado de petróleo, y que más bien el uso de este último combustible es la alternativa para el interior del país.Consultado sobre el futuro de la matriz energética que prevé su sector, indicó que se prevé que el consumo de GLP va a seguir creciendo en provincias. En el caso de la capital, reconoció que el costo para la conversión de un vehículo al GNV aún es mayor que un kit de conversión al GLP, pero insistió en que esta tendencia a usar más gas licuado se debe revertir.
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