Por considerar que la reconversión laboral implica el cierre definitivo del complejo de La Oroya y la afectación a su provincia, el sindicato de Doe Run rechazó el plan que preparan los ministerios de Trabajo y de Energía y Minas.Según los dirigentes Roy-berto Guzmán y Luis Castillo, el Estado no tiene empresas para recolocar a los trabajadores ni recursos para capacitación. Explicaron que los servidores de Doe Run no pueden ser recolocados porque son metalúrgicos y no hay empresas de ese tipo en el país. Sin embargo, según fuentes de la Sociedad Nacional de Minería, el 40% de los 3.000 trabajadores de Doe Run labora en otras empresas, por lo que el problema no es tan grave.El plan de reconversión prevé jubilación y capacitación a los obreros para que puedan laborar en minas.