Las playas de las costas del Golfo de México, normalmente abarrotadas en el Día de la Independencia, estuvieron tranquilas ayer mientras seguía la limpieza por el derrame de crudo de BP, al tiempo que se reportaba que la petrolera estaba tomando medidas para evitar posibles ofertas de compra.El impacto del peor derrame en la historia de EE.UU. en la industria del turismo en el Golfo de México fue evidente en su día número 76 mientras decenas de trabajadores recogían bolas de alquitrán en Pensacola Beach."Es (...) triste ver la playa no tan llena como lo está normalmente. Muy triste porque se sabe que necesitan el negocio", dijo Derek Robbins, turista de Houston que ha ido a Pensacola todos los años por décadas. En tanto, diarios informaron que BP está buscando un inversor estratégico para asegurar su independencia frente a posibles intentos de adquisición. Inversores estaban seguros de que habrán reacciones cuando los mercados abran hoy en Londres.