En las elecciones del 2006, los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta -Alan García y Ollanta Humala- se pronunciaron a favor de un impuesto para gravar las sobreganancias que obtenían las mineras por el aumento en el precio de los metales. A los pocos días de asumir la Presidencia de la República, García y las empresas llegaron a un acuerdo para crear un fondo voluntario por cinco años, al que iban aportar el 3,7% de sus utilidades, que serían unos S/.2.500 millones o S/.500 millones por año.Hasta abril, 32 empresas mineras habían aportado 1.388 millones por los años 2006, 2007, 2008 y 2009. A diferencia de los impuestos y del canon, que son administrados por el Estado, el aporte minero es ejecutado por las empresas y sus comunidades. Así, hasta marzo último se había destinado S/.1.088 millones para 1.568 proyectos de desarrollo. Cuando todo indicaba que ya no se realizaría ningún aporte adicional al llamado Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo, el vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos Santa Cruz, anunció ayer una nueva contribución: S/.400 millones correspondiente al período fiscal del 2009.Luego de la inauguración del simposio Tributación Mineroenergética, que organizó su gremio, comentó que con este aporte el fondo minero subía a S/.1.788 millones. También anunció que los 1.568 proyectos que se han ejecutado hasta ahora han tenido efecto en la lucha contra la pobreza, la desnutrición y educación.En otro momento de sus declaraciones a la prensa, Santa Cruz anunció que su gremio había decidido volver a negociar el aporte voluntario por un nuevo período de cinco años. Aunque no señaló si se volvería a acordar un tope de S/.2.500 millones, como el 2006, voceros del gremio minero aseguraron que ese monto debería formar parte de las nuevas negociaciones entre el Estado y las empresas.