Hay que destacar, en su debida proporción y sin ninguna mezquindad, el cumplimiento de una difícil meta gubernamental: en cuatro años se ha logrado duplicar las exportaciones, lo que demuestra que cuando hay voluntad política se puede concertar y promover la inversión privada en un ámbito fundamental para el desarrollo.Esta positiva tendencia es reconfirmada por el Indicador Económico de El Comercio (IEEC), que registra señales de estabilidad en el mes de junio basadas en un fuerte crecimiento del PBI, la continua mejora en los indicadores bancarios, la recuperación de las exportaciones, el bajo nivel del riesgo-país y la caída de la inflación.¿Cómo consolidar esta tendencia? ¿Y cuánto más hubieran crecido las exportaciones si no existiera el perturbador ruido político? Hay que recordar que, siendo Estados Unidos un destino importante de nuestras exportaciones, es vital avanzar en las negociaciones del TLC. No olvidemos que el ATPDEA --que permite beneficios arancelarios para el ingreso de nuestros productos a ese país-- estará expirando el próximo año.Luego, es vital que el Gobierno se comporte con responsabilidad en el año que le queda y evite medidas populistas de corto plazo que podrían afectar la estabilidad de la caja fiscal, aumentar el déficit e introducir elementos inflacionarios.Asimismo, es necesario relanzar los programas de concesión de infraestructura vial y portuaria, que actualmente es un pesado lastre para la actividad exportadora.Otro aspecto crucial es mantener la seguridad jurídica y la estabilidad política, en lo que tienen que asumir su responsabilidad también el Congreso y el Poder Judicial, que no pueden incurrir en excesos ni interpretaciones caprichosas y lesivas al ordenamiento constitucional y las inversiones.Luego, la clase política y los líderes de los gremios empresariales, sindicales y de la sociedad civil deben ayudar a mantener la paz social y recusar la intolerancia y la violencia. Muy cerca, como ejemplo de lo que no debe pasar, tenemos el caso de Bolivia.Hay, pues, buenas noticias, pero podrían y tienen que ser mejores si cada cual asume su cuota para hacer posible el mayor crecimiento económico y el consiguiente aumento del 'chorreo' que ya empieza a evidenciarse.