PARALÉ A LAS ONG

El presidente de la República, Alan García, ha hecho bien en observar la autógrafa de ley enviada por el Congreso que pretendía aprobar una ley de consulta previa a los pueblos indígenas que les daba en bandeja a las ONG y sus seudolíderes de los frentes amazónicos, la cabeza de los inversionistas que buscan desarrollar sus planes de inversión.Desde esta modesta columna advertimos que este proyecto sólo era parte de la estrategia de grupos extremistas que buscan mantener en la pobreza y aislamiento a la Amazonía, generando un caldo de cultivo para engendrar violencia e insurrección contra la institucionalidad democrática.Asimismo, era un proyecto ideal para el movimiento antiminero pues el veto irracional estaba implícito en la denominada consulta previa, que sólo se convertía en un elemento de fachada para conseguir la paralización de cualquier proyecto de inversión.Realmente no entendemos cómo la Defensoría del Pueblo avaló un documento que precisamente crea desigualdades entre los peruanos, pues daba un poder omnímodo a un pequeño grupo de personas --autodenominadas representantes de las comunidades-- para imponer sus caprichos marcados por una delirante ideología excluyente. Esperemos que las observaciones planteadas por el Ejecutivo puedan generar un mayor debate con la finalidad de articular un real mecanismo de consulta sin llegar a anteponer el derecho de unos pocos con los intereses de una nación.