La vergüenza se ha perdido en La Oroya. Aunque suene paradójico y hasta contradictorio, ayer Doe Run Perú (DRP), una empresa con un amplio historial de incumplimientos en su haber, invocó al gobierno peruano a honrar sus obligaciones contractuales.Mediante un comunicado publicado en todos los diarios de la capital, la metalúrgica hizo un "llamado" al gobierno para que honre su responsabilidad contractual de remediar los suelos de La Oroya y se comprometa a entablar un diálogo constructivo para que ellos puedan reiniciar las operaciones."El contrato de 1997, firmado por Doe Run Perú, estipula que el gobierno peruano deberá efectuar la limpieza ambiental de La Oroya a cambio de que la Empresa cumpla con un programa de mejoras ambientales conocido como los proyectos PAMA", señala DRP.En otra parte del comunicado, la empresa subió el tono de sus declaraciones y acusó sin medias tintas al gobierno peruano de haber ignorado por años sus responsabilidades y de emprender una campaña de ataques contra los principales accionistas de la metalúrgica.