El fantasma del desabastecimiento de productos agrícolas procedentes de la sierra central debido al paro en La Oroya empezó a desvanecerse ayer, cuando los productores de papa de las provincias de Tarma y Huancayo lograron enviar a Lima por lo menos 10 toneladas del tubérculo. Los alimentos partieron en los pocos carros que se animan a viajar por la Carretera Central por el temor de sufrir algún ataque de los trabajadores de Doe Run y los pobladores de La Oroya, que acatan una huelga indefinida desde el lunes pasado.