El mayor beneficio de la inscripción de las acciones comunes de Petroperú en el Registro Público del Mercado de Valores es que asegurará la transparencia en el manejo de la empresa estatal. Ya no será difícil conocer las operaciones y los números de la gestión, puesto que existe la obligación de publicarlos, en la forma de los conocidos "hechos de importancia" y, más importante aún, en las memorias anuales. Ello hará posible una obligatoria mejora de una empresa que ha tenido dificultades para modernizarse, sobre todo por obstáculos de índole política.Esta premisa podría extenderse al resto de compañías controladas por el Estado y si el Gobierno está decidido en dar un paso más, con la puesta en venta de parte del accionariado que posee en sus empresas, pues mucho mejor. Además de ser una opción para capitalizarse y obtener recursos que se destinen en impulsar planes de inversión, la posibilidad de hacer que las personas se conviertan en accionistas es una potente herramienta de relaciones públicas para el Gobierno.La experiencia de participación ciudadana utilizada a mediados de los 90 en la venta de paquetes accionarios minoritarios en Telefónica, BBVA Banco Continental, Luz del Sur y Edelnor, entre otras, resultó acertada pues esas empresas se han mantenido rentables, lo que ha generado ganancias para sus accionistas. El caso actual sería distinto, pues Petroperú y las demás en las que se pretende aplicar el mecanismo se mantendrán en poder del Estado, motivo por el cual se tendrá que incidir en mejorar su perfil de rentabilidad para hacerlas atractivas.Independientemente de la participación ciudadana, la apertura que el Gobierno está promoviendo en las empresas estatales abre otras opciones que merecen ser evaluadas, como la emisión de deuda e incluso el lanzamiento de ofertas públicas de venta (OPV), para atraer socios que no solo aporten capital, sino también know-how.En suma, el hecho de que Petroperú esté inscrita en la bolsa de valores hará que su manejo se modernice, pueda obtener capital para crecer y que sea más difícil que su administración incurra en actos poco transparentes como ha ocurrido en el pasado (y también recientemente con el caso de los petroaudios). En todo caso es un paso adelante.