Antes de la crisis, el ritmo al que venía creciendo la actividad productiva puso a prueba el sistema eléctrico, pues existía el riesgo de que no se contara con la energía suficiente para mantener las altas tasas de crecimiento, lo cual preocupaba a la industria.La crisis internacional alivió esta situación, ya que disminuyó la presión de la demanda de energía de las industrias, que redujeron su producción y se orientaron a la venta de stock. Hoy, que la actividad del país empieza a retomar su ritmo de crecimiento, encuentra mejor preparado al sistema eléctrico.Según estimados del COES entre los años 2010 y 2016 la oferta de energía cubrirá largamente la demanda, y ya no habrá presiones como las vistas en el 2008. "Considerando los proyectos de generación programados, sí podemos afirmar, con bastante seguridad, que el sistema está en condiciones de atender el crecimiento del país hasta el 2016", asegura a Gestión César Butrón, presidente del COES.En total, se están considerando más de 30 proyectos, entre centrales hidroeléctricos, centrales térmicas y sistemas de energías renovables, los cuales aportarían al sistema 3,749 MW de potencia adicionales, con lo cual la oferta total bordearía los 9,000 MW al 2016, frente a una demanda estimada de alrededor de los 7,500 MW de potencia.