El intento de incorporar los negocios informales a la economía formal es impedido por los propios gobiernos locales, quienes pasan por alto las leyes que eliminan sobrecostos, y además buscan defender el status quo, enfrentándose a quien ose alterarlo. Desde el 2007 existen vigentes tres leyes que acaban con buena parte de la burocracia, pero que en la práctica son incumplidas por las municipalidades, se trata de la Ley de eliminación de sobrecostos, trabas y restricciones a la inversión privada (Nº 28966), la de licencias de funcionamiento (Nº 28976), y la nueva Ley de Municipalidades (Nº 27972).