De lo que se trata es de generar ahorros cuando el ciclo económico es positivo para poder utilizarlos cuando este entra en su etapa recesiva. Gracias a ello, hemos sido capaces de pasar con relativa holgura la crisis financiera internacional, pero para lograrlo necesitamos disciplina fiscal, como explicaba hace unos días la titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Mercedes Aráoz.La ministra no ha podido ser indiferente a los vaivenes electorales de los últimos meses -pero sí supo mantenerse ajena- y dispuso una serie de reglas que impedirían que el gasto público, a cualquier nivel de gobierno, se dispare, como suele ser la tendencia en épocas de sembrar obras "muchas veces innecesarias" para cosechar votos. Por eso, desde este año, el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) va acompañado por una “declaración de principios de política fiscal” que, además de resumir los principales puntos y proyecciones del MMM, explica cómo se podrán alcanzar. Dicho documento recuerda que la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal establece que el gasto no financiero del Gobierno ejecutado durante los siete primeros meses del año, no excederá el 60% del gasto no financiero presupuestado para ese año y que el déficit fiscal del sector público no financiero del primer semestre del año no excederá el 40% del déficit previsto para el año 2011. Como quien pone un candado.