Asegurando que no teme terminar fuera del Gobierno debido a sus afirmaciones, el ministro de Trabajo y dirigente del partido oficialista, Juan Sheput, denunció una confabulación entre el Ejecutivo y el Congreso para sacar adelante la ahora derogada ley de arresto domiciliario, que permitió la excarcelación de los hermanos Wolfenson.Por ello, asegura, coincide plenamente con el congresista Javier Diez Canseco, en que debe "investigarse con urgencia" a "los brazos" de estos operadores de la mafia, que han alcanzado a los poderes del Estado, pues "no podemos colocarnos de espaldas y permitir que estos hechos se repitan".Sin mencionar nombres, Sheput aseguró que "hay gente en el Congreso, el Poder Ejecutivo y en el Poder Judicial que trabajó coordinadamente para que salga esta ley, la cual beneficiará a un grupo de personas, pese a haber sido derogada".(Edición domingo).