Sin medias tintas, el líder aprista, Alan García, fustigó al Congreso y lo acusó de cometer un "grave traspié" y un "resbalón" con la aprobación y posterior derogación de la ley que equipara el arresto domiciliario con la prisión efectiva.Pa el ex mandatario, esa conducta demuestra que "no hay principios ni atención a las leyes, que hay contramarchas, que se bota y se legisla, simplemente por opinión externa y por presión".(Edición sábado).