De las ocho nuevas minas de oro que tendrá el Perú, cinco están en Cajamarca. Los menos contentos son los cajamarquinos, pues temen que las mineras afecten aun más su medio ambiente, que ya tiene 975 pasivos ambientales mineros. El martes no permitieron que se instale la mesa de diálogo para ver ese problema, porque consideran que es una estrategia para la actividad minera. Según José de Echave, del Observatorio de Conflictos Mineros, los cajamarquinos quieren un Estado árbitro, que no se incline para las empresas.