La firma del tratado de libre comercio (TLC) con la Unión Europea (UE), el miércoles de la semana pasada, no ha disfrutado de la misma cobertura mediática que otros acuerdos de ese tipo, como los suscritos con Estados Unidos o China, aunque tampoco ha generado tanta polémica ni críticas destempladas. Quizás este aparente silencio se explique por la situación poco auspiciosa en que se encuentra la economía del Viejo Continente, que corre el riesgo de ser la fuente de la siguiente crisis internacional.Pero lo cierto es que este TLC podría ser el más relevante que el Perú haya conseguido. En primer lugar, porque la UE es un mercado de más de 500 millones de habitantes, es decir, 67% mayor que el estadounidense y, en segundo lugar, porque su población posee un nivel de vida y una capacidad de gasto muy superiores que los de la superpoblada China. Por ende, hacer negocios con este bloque se convertirá en un reto para las empresas peruanas, pues su producción tendrá que adecuarse y adaptarse a un mercado exigente, sofisticado y que está a la vanguardia en las tendencias del consumo.La pregunta que nos hacemos no es si los empresarios nacionales están preparados para hacerlo, pues el emprendimiento es una de sus fortalezas. Lo que nos cuestionamos es si el Estado está en capacidad de brindar al sector productivo las condiciones de competitividad requeridas, una carencia que, insistimos (como también lo hicimos ayer), no parece ser tomada en cuenta por las autoridades. La falta de infraestructura y de servicios básicos de calidad, tales como educación, todavía pone en desventaja a las empresas peruanas.La relativa poca importancia que ha recibido este TLC se refleja también en la tardanza del Congreso para definir si tendrá que ratificarlo, un asunto que debió haber quedado claro hace meses, teniendo en cuenta que las negociaciones comenzaron hace más de dos años. En contraste, el documento sí deberá ser ratificado por el Parlamento Europeo.Mientras esperamos que el Congreso nacional se pronuncie, debemos destacar que este TLC está tomando en cuenta asuntos delicados, como los derechos humanos, que conoceremos con más detalle cuando el texto del documento acordado haya sido difundido. Ojalá el Gobierno no tarde mucho.