Reina, alfiles, torres, caballos y alguno que otro peón. Todo un arsenal ajedrecístico fue lanzado ayer por la mañana contra la fiscal de la Nación, Nelly Calderón, quien ante tamaño embate terminó no solo con una terrible jaqueca, sino con un jaque traducido en la aprobación de una suspensión de treinta días en sus funciones. La medida fue aprobada en una accidentada Junta de Fiscales Supremos, durante la cual Gladys Echaíz y Percy Peñaranda votaron por el castigo, ante la oposición de Adelaida Bolívar. Pero como todo gran maestro puede certificar, en el ajedrez las cosas no son tan simples y detrás de cada jugada hay una estrategia en marcha. Esta no es la excepción, porque lo que yace bajo el tablero es en realidad suceder a Calderón al frente del Ministerio Público, dado que a fines de octubre dejará el cargo. Pero hay más, porque también --según distintas versiones-- está en juego la influencia política que sobre esta institución se puede ejercer. En concreto, del Apra. (Edición sábado).