En un vano intento por explicar lo inexplicable y limpiar de sospecha el fallo de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema que excarceló, en tiempo récord, a los hermanos Moisés y Álex Wolfenson, el juez Robinson Gonzales Campos defendió ayer a capa y espada esa decisión, afirmando que respetó las leyes.Sostuvo que el tribunal se basó no solo en la ya derogada ley que equiparaba el arresto domiciliario con la cárcel, sino en el artículo 137 del Código Procesal Penal, según el cual merece la excarcelación un condenado que cumple la mitad de su pena."Yo estaría llano de ir al Congreso para explicar la sentencia (...) Me interesaría conversar con los parlamentarios", aseveró a RPP. Sin embargo, no explicó la inusual rapidez con la que se resolvió el caso, ni tampoco por qué aplicó ambas normas, a pesar que, según diversos juristas y políticos, no debía hacerlo.