El descubrimiento de un importante yacimiento aurífero en Moquegua (5.6 millones de onzas, de acuerdo a los estimados de la alianza empresarial Buenaventura y Gold Fields), así como los precios estratosféricos que viene alcanzando el oro en los últimos meses, pone nuevamente sobre el tapete la necesidad de una mejor distribución de las sobreganancias mineras en el Perú.Y es que tras el sofocón de la crisis financiera internacional, diversos especialistas consideran necesario que es hora de que el fisco aproveche, en beneficio del país, las altas tasas de crecimiento que experimentan los metales (en especial el oro), con la aplicación de un impuesto a las ganancias de las mineras acorde con su ya prometedora rentabilidad.Pedro Francke, economista de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), cuestionó la forma como se repartirán los beneficios tras la explotación de este nuevo yacimiento. "Debemos recordar que hace poco los gobiernos de Australia y Chile elevaron las regalías mineras. El gobierno debería aplicar el impuesto a las sobreganancias, pues la cotización del oro viene alcanzando cifras récord", explicó el docente de la PUCP, aunque consideró que el gobierno no tiene actualmente ningún interés en aplicarlo. "Será cuestión de que la próxima gestión presidencial se encargue del tema", añadió.