Luego de que el Gabinete Ministerial aprobara, la semana pasada, medidas para disminuir el ritmo del gasto público e iniciar el retiro del estímulo fiscal, el Banco Central (BCR) no se quedó atrás e incrementó la tasa de interés de referencia a 1.5%, después de haber mantenido 1.25% por nueve meses.El ajuste del BCR tendrá un mínimo efecto en el crédito (salvo casos puntuales), dados los elevados niveles de liquidez existentes en el mercado, por lo que es difícil que tenga un impacto negativo importante en la recuperación del crecimiento económico del país. Menos aun, cuando los indicadores sobre la actividad productiva confirman una reactivación sólida y rápida de la inversión privada que amenaza con superar los pronósticos más optimistas de crecimiento para este año, acompañado por un bajo nivel de inflación. Además, como lo ha señalado el presidente del BCR, tener una tasa de interés de referencia de 1.5% significa que la política monetaria sigue siendo bastante expansiva. Y lo mismo ocurre con la política fiscal ya que, a pesar del ajuste aprobado, el gasto y la inversión pública crecerá este año alrededor del 10% y 24%, en términos reales. No obstante, hay un tema que preocupa. Aun cuando se afirmó que el retiro del estímulo económico iba a ser bien coordinado entre el MEF y el BCR, ese no parece ser el caso.La semana pasada, la ministra de Economía afirmaba que no era necesario que el ajuste fiscal sea acompañado por una disminución de la tasa de interés del BCR porque la inflación está controlada y no hay razones para desincentivar la actividad privada. Sin embargo, el BCR aumentó su tasa de referencia al día siguiente, antes de lo que preveía el mercado (a partir del segundo semestre).Con una crisis en ciernes en Europa, cuyo desenlace se desconoce pero con riesgo a que se produzca un efecto dominó y haya una recaída de la economía mundial, las medidas económicas que se tomen deben ser muy precisas tanto en su magnitud, como en su secuencia y oportunidad. Esperemos que la coordinación entre el MEF y el BCR mejore de manera que, a la hora de aplicar las medidas de política para enfrentar la eventual nueva crisis mundial, esta tenga los resultados esperados y no termine ocasionando riesgo de recesión no deseado.