Es innegable que en los últimos años hemos vivido un periodo de crecimiento económico ininterrumpido, llegando a tasas superiores a las del promedio global y regional. Y si bien pudimos capear de buena forma la crisis internacional, es momento de reflexionar seriamente sobre lo que hemos conseguido, de qué forma lo hemos hecho y qué podemos hacer para finalmente aspirar a ser un país desarrollado con oportunidades para todos.Es muy importante reconocer que partimos de una dura realidad. A la fecha, únicamente la mitad de la población económicamente activa (PEA) disfruta de un trabajo adecuado según los estándares nacionales. A diferencia de otros países, nuestro principal problema no es la tasa de desempleo - la cual es relativamente baja -, sino la calidad del empleo; y la mejor manera de crear puestos de trabajo adecuados, qué duda cabe ya, es el fomento de la iniciativa privada.Según cifras del Banco Central de Reserva y el INEI, entre el 2004 y el 2008, las empresas invirtieron S/. 260 mil millones, lo que permitió que se crearan más de un millón 600 mil empleos adicionales. Lo resaltante es que, de estos, aproximadamente el 97% fueron empleos de calidad, empleos que generan ingresos suficientes para una vida digna. En estos años, el empleo de calidad crece a tasas cercanas al 6% anual, y ello es gracias a que se ha logrado mantener un largo periodo de estabilidad y confianza que ha hecho viable la inversión privada. Creemos importante resaltar que existen hoy más peruanos que antes laborando con mejores sueldos debido a los nuevos puestos de trabajo que han sido creados gracias al dinamismo de la inversión privada. En ese sentido, son justamente las actividades que más ingresos generan, como la minería y la construcción, las que han tenido un mayor crecimiento en el número de personas a ellas dedicadas. Por el contrario, las actividades cuyos ingresos monetarios son los menores del mercado, como la labor dentro del hogar, han reducido su participación en la PEA. Este fenómeno no ha sido centralista ni excluyente, pues las mayores expansiones en el empleo neto se dieron en distintas regiones alrededor del país. Ello es fundamental y nos debe llamar a promover las oportunidades en el interior, lo que contribuye a un real y eficiente proceso de descentralización.Ya no se encuentra en discusión que el crecimiento del PBI y la creación de riqueza están directamente vinculados a la inversión privada y que esta es el único camino para continuar generando puestos de trabajo acordes con los estándares del mundo moderno. Según las tendencias de los últimos años, se sabe que, por cada punto de crecimiento del PBI, el número de empleos adecuados creados asciende en aproximadamente 0.7%. Ello quiere decir que, dado el crecimiento natural de la PEA, necesitamos crecer como mínimo 4% al año para poder crear suficientes empleos de calidad para los nuevos integrantes que cada año se suman al mercado laboral.Todavía nos queda un largo camino por recorrer, por lo que no debemos cesar en nuestro empeño por fortalecer la competitividad nacional, reestablecer los espacios del diálogo social y promover un clima favorable para la inversión. Aún existen millones de compatriotas que merecen tener la oportunidad de ser parte del desarrollo del país a través del acceso a un empleo de calidad, y es responsabilidad de todos continuar esforzándonos para que el próximo primero de mayo podamos volver a decir ¡Feliz día del Trabajo!, señaló Ricardo Briceño, Presidente de Confiep.
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