El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer sus nuevos pronósticos para el crecimiento de la economía mundial y alertó acerca de los nuevos desafíos que esta enfrenta. Así, prevé que el PBI global se expandirá 4.2% este año, una mejora de 0.3 puntos porcentuales con respecto a su estimado de enero pasado, aunque subraya que a nivel mundial la recuperación será diferenciada según tipos de países.De un lado, las economías emergentes avanzan a pasos acelerados, mientras las economías de los países desarrollados lo hacen a un ritmo que es casi la mitad de las primeras. Incluso al interior de ellas existen diferentes ritmos. Por ejemplo, EE.UU. crecerá 3.1% este año, mientras que la zona euro apenas avanzaría 1%. En cuanto a los desafíos que enfrenta la economía mundial, el FMI recuerda que el "rebote" que se observa en el crecimiento mundial responde principalmente a las medidas de estímulo económico aplicadas en los países. Y advierte que existe un riesgo por el elevado endeudamiento que se registra principalmente en las economías desarrolladas, las cuales habrán de manejar mejor este tema para evitar problemas como los que ya padece Grecia y otros países de Europa. Pero el solo retiro de las medidas de estímulo no bastará para corregir posibles problemas de endeudamiento. Harán falta más ajustes para reducir los déficits fiscales, lo que podría revertir la incipiente recuperación que ahora se vislumbra en estas economías. En realidad, el retiro oportuno de los incentivos fiscales y monetarios sigue siendo el gran desafío para las economías desarrolladas.En América Latina, la situación es algo distinta. Según el Fondo, la recuperación es fuerte y más equilibrada. Pero debido a que dicho ritmo de recuperación fue impulsado por los buenos precios de los commodities y la evolución de China, ahora ello nos hace también dependientes de lo que ocurra con ambos factores. Esperemos que la recuperación de los mercados domésticos, también destacado por el Fondo, pueda ayudar a mitigar una posible caída de los precios de los commodities o una desaceleración de China.La región tendrá también que lidiar con un mayor flujo de capitales que presionarán las monedas locales a la baja, además de posibles burbujas en precio de activos, hechos a los que habrá que estar atentos para poder corregirlos a tiempo.