El crecimiento del PBI en febrero (5.98%, según las cifras del INEI) devuelve la confianza de una rápida recuperación de nuestra economía. Este repunte es más significativo aún si se considera que todos los sectores mostraron cifras positivas, excepto pesca, que se vio afectada por El Niño y factores climáticos. En particular destaca que el crecimiento estuvo liderado por sectores como Construcción (16%), Comercio (8.2%) e Industria (7.2%), sobre todo estos dos últimos por el peso que tienen en el PBI (16% y 15%, respectivamente, en tanto que Construcción solo pesa 5.6%), y en la creación de empleo.Sin embargo, han empezado a surgir ciertas advertencias respecto a los riesgos que existen en el crecimiento actual. Uno proviene de la posibilidad de un recalentamiento de la economía, dado que en un contexto de rápida recuperación del crecimiento del gasto privado (consumo e inversión), la expansión del gasto público (a través de la ejecución del resto del programa de estímulo fiscal) se mantiene alta y puede ocasionar exceso de demanda y presionar al alza la inflación.El otro riesgo proviene, precisamente, del lado opuesto: que la recuperación del PBI en realidad todavía no esté consolidada (las cifras estarían infladas por las distorsiones causadas por los cambios en la medición y por el efecto de los programas de estímulo económico, comparados con una base estadística baja) y, por lo tanto, un retiro prematuro del programa de estímulo económico basado en cifras engañosas de alto crecimiento, podría causar nuevamente recesión.Gestión considera estos riesgos lejanos, por ahora, pero hay que estar alertas a la evolución de la inflación subyacente, así como también al efecto que tendrá en la inflación total los cambios en el esquema de subsidio a los combustibles (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles), en los próximos días.También hay que estar atentos a otras variables que aún no se recuperan, como el empleo. El empleo está creciendo solo en las microempresas, lo que indica que aún no hay una recuperación en las medianas y grandes, más ligadas al mercado externo, donde las posibilidades de recuperación sostenible todavía presenta altos riesgos, sobre todo en EE.UU. y Europa (dos de nuestros principales socios comerciales).