ACTIVIDAD COMERCIAL EN LA OROYA HA DISMINUIDO 60% EN ÚLTIMOS OCHO MESES
14 de abril de 2010

De La Oroya, pueblo golpeado por la irresponsabilidad de varias empresas mineras que han contaminado su ambiente, se ha hablado bastante, principalmente desde agosto del año pasado, cuando el complejo metalúrgico, manejado por la estadounidense Doe Run, paralizó sus actividades. Sin embargo, hasta el momento no se han cuantificado los daños que la paralización ocasiona en la actividad comercial de la zona y en los propios lugareños."Desde que la fundición ha parado, la contaminación ha disminuido, incluso en los cerros están creciendo algunas hierbas, pero los negocios están casi paralizados", dice, muy apenado, Rolando, un lugareño que tiene una tienda de abarrotes.La mayoría de comerciantes estima que sus ventas han caído en cerca de 60% desde agosto del año pasado, porque gran parte de los trabajadores de la minera se ha ido con su familia a otros lugares en búsqueda de un mejor futuro. "Todas mis amigas cuyos esposos trabajan en Doe Run han viajado a Tarma, Huancayo, Jauja, Lima, Cerro de Pasco o a otro lugar a poner algún negocio. Si la empresa reabre sus puertas, solo volverá el esposo, pero ni ellas ni sus hijos lo harán, porque la situación en La Oroya es incierta", refiere Ana María, otra comerciante.

  • [Gestión,Pág. 16-17]
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