Cuando se empezó a mirar a la minería informal con otros ojos, tras conocerse que se trata de un negocio capaz de mover US$ 600 millones, y en el que intervenían empresas legalmente constituidas, se puso en cuestión el papel fiscalizador de la Sunat.La semana pasada, voceros del ente recaudador afirmaban a Gestión que sí fiscalizan y aplican las medidas que considera la ley en caso de encontrar alguna irregularidad.Y ayer fuentes de la Sunat revelaron a este diario que hay siete refinerías junior que son parte de los más grandes contribuyentes del Perú que están siendo investigadas al existir la posibilidad de tener relación con la minería informal.Detallaron que a siete empresas les han abierto auditoría y han encontrado en cuatro de ellas irregularidades. "Ya les estamos haciendo las carpetas con las pruebas para denunciarlas a la Fiscalía y luego al Poder Judicial", informaron.Explicaron que en Madre de Dios, Puno, Chala y Nazca existen lugares con oro que están sin concesionar o tienen un concesionario pequeño sin capacidad para explotar.