Los agricultores cocaleros que se encuentran en huelga hace cuatro días para exigir a la empresa Enaco la compra de toda su producción de hoja de coca radicalizaron ayer sus protestas con la toma de la carretera hacia el campamento de Camisea. Piquetes de manifestantes se apostaron en todas las vías que conducen al valle de La Convención e interrumpieron el paso vehicular hacia Calca y Pisac, obligando a los trabajadores a utilizar las rutas que pasan por la región Ucayali para abastecerse de productos alimenticios.Mientras unos dos mil cocaleros continúan su marcha de sacrificio hacia la Ciudad Imperial para dialogar con el prefecto Ronald Hermoza -con el objetivo de que interceda ante el Gobierno en la solución a su plataforma de lucha-, la alcaldesa Fedia Castro, junto con cuatro productores de coca, cumplió su segundo día de huelga de hambre en las instalaciones de Enaco, a la espera de una comisión de alto nivel que atienda sus demandas.
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