Con el oro en un precio récord de $1,250 la onza, no creo que nadie pueda detener a los veinte mil mineros informales de Madre de Dios. ¡Mucho billete en juego! Esa gente no va a regresar a trabajar en la agricultura ni hay cómo controlarla en la inmensa selva y la ecología le vale un pito. Pobre naturaleza, pues leo que se necesitan dos gramos de mercurio para sacar uno de oro. O sea, el tan publicitado derrame accidental de Choropampa de hace años, que Canal N exaltó al máximo, es chancay de a veinte al lado. "Hará Canal N otro documental caviar y lacrimógeno al respecto? Y qué se habla de Madre de Dios si ni siquiera se puede controlar la cercana Tambogrande en Piura, donde el valle de San Lorenzo está comenzando a ser deshecho por los buscadores de oro. ?No se acuerdan cómo los caviares sacaron a una minera grande de allí en el 2003 con esa campañita de que "ya no iba a haber cebiche" porque iban a desaparecer los limones (ahora el autor de ese efectivo venenito publicitario asesora a grandes empresas mineras. ¡Ja,ja,ja!)? Bueno, a una firma grande como Manhattan se le podía controlar ecológicamente en San Lorenzo, pero no a quince mil de estas hormigas del mercurio y el cianuro. Hace poco el alcalde Segundo Moreno ha reiterado su preocupación. Y claro, hasta los productores de limón, que tanto se hicieron los ecológicos para que se vaya Manhattan, están entrando al "bisnes". Las ONG Oxfam, Aprodeh, Red Muqui y Conacami fregaron un montón en esa época y ahora ni chistan con lo que está ocurriendo. ?Acaso el cura Arana habla de este drama? No pues... Más fácil, más publicitario y con más opción para recibir fondos es joder a Yanacocha con el cerro Quilish. Al final, los caviares, el brillante publicista y los limoneros terminaron de tontos útiles de las mafias informales del oro, que ya le habían echado el ojo a la zona y querían sacar a Manhattan. ¡Buena! - Acaba de fallecer el maestro universitario don Justo Enrique Debarbieri, disciplinado militante aprista que aceptó el encargo suicida de ser candidato edil aprista en 1980, donde ni siquiera llegó al 5%. Allí triunfó el oficialista Orrego (AP). Parece que Alan quiere repetir la historia y vamos a ver quién será el pobre bonzo aprista que se va a inmolar y terminar siendo un hazmerreír como el pobre Debarbieri, pasto de las malévolas bromas limeñas de aquel entonces. Tal como debió hacer en 1980, el APRA no debería presentar candidato en Lima. En 1983 quedaron segundos con Alfredo Barnechea, que sacó 27% y que estropeó su campaña al protagonizar una boda demasiado esplendorosa para una época tan roja, amén que estuvo flojo y distraído en el debate. Ganaron con Del Castillo en 1986, pero aparte de que se vivía un falso boom económico, allí hubo harto "ayudín" ("balconazo" de Alan el día anterior a los comicios, un sondeo de Canal 4 a las 12 del día en plenas elecciones, un conteo de votos que tardó dos semanas y varias perlas más) para frenar a Barrantes y Bedoya (y fue rochoso cómo le robaron la alcaldía chorrillana a Pablo Gutiérrez Weselby, la única vez que perdió en ese distrito desde que los militares lo hicieron alcalde).De todas formas, esta polarización actual me hace pensar que las elecciones ediles más similares a éstas fueron las disputadas en 1998 por el oficialista fujimorista Yoshiyama y el ex pepecista Andrade, donde el primero perdió por su escaso carisma y su pésima performance en el debate, aunque el resultado fue estrecho, casi de elección presidencial yanqui: 52% contra 48%. ¿Será así ahora?, señala Aldo Mariátegui, director del diario Correo.