Se ha iniciado el paro indefinido de los mineros informales de la región de Madre de Dios promovido por la Federación Nacional de Mineros Artesanales del Perú (Fenamarpe) contra el Decreto de Urgencia 012-2010 que declaró de necesidad pública, interés nacional y de ejecución prioritaria el ordenamiento de la minería aurífera en el departamento de Madre de Dios, a fin de garantizar la salud de la población, la seguridad de las personas, la recaudación tributaria, la conservación del patrimonio natural, y el desarrollo de actividades económicas sostenibles.La informalidad es uno de los grandes males del país. No sólo fomenta el desorden económico sino que favorece la exclusión y por ello debe ser combatido con medidas firmes pero inteligentes que pongan efectivamente orden y que canalicen la laboriosidad que está detrás de la informalidad de algunos agentes económicos en un país con las características del nuestro. Es evidente que -tal como lo señala el dispositivo- el ordenamiento minero debe hacerse sobre la base de la Zonificación Ecológica Económica y el catastro minero y debe comprender necesariamente la suspensión de los petitorios mineros; el establecimiento de zonas de exclusión minera; la prohibición del uso de dragas y artefactos similares de diverso tipo que operan en los ríos; el fortalecimiento del proceso de formalización de las actividades mineras auríferas en las zonas donde se permitirá dicha actividad y la recuperación de las zonas degradadas por la minería aurífera informal o ilegal.En ese complejo pero imprescindible proceso de formalización de la pequeña minería y de la minería artesanal, es menester que el gobierno a través de sus diversos sectores, cada uno en el ámbito de sus competencias, apoye técnicamente al gobierno regional de Madre de Dios, para que, junto con los lugareños emprendedores, trabajen para que los mineros puedan acceder a los beneficios de ley correspondientes y registrar mejores niveles de producción, así como contar con una ley de seguridad laboral, ser sujetos de crédito, acceder a capacitación, poder comprar insumos de mejor calidad y a precios justos, y cuidando el ambiente como corresponde por el bien de nuestro entorno. Sin embargo es preciso reiterar que todo este proceso necesita llevarse a cabo dentro del marco de la ley, cumpliendo las normas ambientales, respetando la propiedad privada y cautelando los derechos de las personas que viven dentro de estas zonas.Si los mineros informales y sus dirigentes quieren expresar sus diferencias hay formas democráticas de hacerlo y el diálogo será la mejor alternativa. Pero sin imposiciones ni violencia y sin dar lugar a los agitadores y extremistas de siempre que buscan medrar de nuestra institucionalidad -que desprecian- para alcanzar sus fines políticos sediciosos y subversivos.