"El propósito (de la reestructuración del Fondo para la Estabilización de Precios de los Combustibles Derivados del Petróleo) es reducir la carga subsidiaria del fondo para darle marco seguro que permita al Estado depender menos de éste, e ir hacia un uso de forwards (compras a futuro a precios pactados)", afirmó a inicios de febrero la ministra de Economía y Finanzas, Mercedes Aráoz, al adelantar cómo funcionaría el nuevo esquema del "fondo" a fin de evitar que el fisco siga perdiendo dinero con el objetivo de evitar "gasolinazos".Al respecto, diversos especialistas en hidrocarburos como economistas coincidieron en resaltar la iniciativa gubernamental teniendo en cuenta, aseveraron, los altos costos que el fondo, al confundir la labor de estabilización con la de subsidio, ha generado a los alicaídos bolsillos de la caja fiscal y además para evitar el impacto que tendría un incremento a US$100 el barril del crudo a nivel mundial."Le daría garantía a la caja fiscal de que el precio del petróleo siempre será el mismo, sin riesgo de que se vaya a disparar a US$100 el barril o hasta más, un impacto que para un país pobre como Perú debe evitarse", manifestó el director de Energy Consult, Aurelio Ochoa.